¿Por Qué Deberíamos Convertir Cementerios En Bosques?

 

Durante las últimas dos décadas, los cementerios de todo el mundo se han quedado sin espacio de entierro viable. Con el espacio limitado, los precios de los entierros siguen subiendo. Varios países del mundo se enfrentan ahora a la difícil pregunta: ¿qué hacemos cuando nos quedamos sin espacio para los entierros? Países como Inglaterra y China ya se enfrentan a esta situación tan delicada. La cremación es prácticamente obligatoria en China, e incluso encontrar un lugar público para guardar una urna conlleva una larga lista de espera. Se sabe que las ciudades y los países de Europa “alquilan” o reciclan tumbas, pero también es una solución temporal que no resuelve directamente el problema.

Aquí hay titulares recientes en los medios que transmiten el problema:

¿Qué pasará cuando se agoten los espacios de los cementerios? – CBC

Morir en la ciudad: ¿que pasa cuando todos nuestros cementerios están llenos? – The Guardian

Encontrar casa para los muertos: ¿que sucede cuando una ciudad se queda sin espacio para de eniterro? – The Conversation (haciendo mención de la Urna Bios)

 

Dar una vuelta al concepto de cementerio.

Durante los próximos 20 años, se espera que los cementerios en algunas partes del mundo se queden sin espacio por completo. Cuando se crearon y utilizaron ampliamente los cementerios durante la Revolución Industrial, no se diseñaron con un futuro sostenible en mente. Nadie pensó en cuestionar qué pasaría si el espacio se volviera limitado. Ataúdes, embalsamamientos y otros complementos de los funerales modernos han hecho que los cementerios sean aún menos escalables.

¿Cómo pasar de un cementerio tradicional a otro tipo de espacio, al servicio de nuestras comunidades y del medio ambiente? Creemos que la respuesta está donde suele estar: en la naturaleza.

 

Convirtamos cementerios en bosques.

La Urna Bios ® fue imaginada por primera vez por fundador Gérard Moliné, cuando era un niño pequeño y plantaba flores y verduras en el jardín con su abuela. Su abuela encontró un pájaro muerto e instintivamente lo plantó en la tierra y sembró semillas de flores silvestres sobre él, dándole nueva vida. Esta imagen y este recuerdo se le quedaron grabados, lo que llevó a Gérard a reflexionar sobre el círculo de la vida y la muerte, y cómo la naturaleza está intrínsecamente involucrada en este proceso. Las leyes naturales de la Tierra nos enseñan que todo se recicla y que la energía nunca desaparece, simplemente cambia de forma.

Los cementerios deben evolucionar. Proponemos la creación de nuevos espacios que no solo se dedican a «almacenar a los difuntos», sino también a propagar una nueva vida de la mano. El mundo tal como está hoy ha llegado a casi 7 mil millones de personas. Si continuamos enterrando de manera insostenible a los que han muerto, sin duda nos quedaremos sin tierra viable para las generaciones futuras. Más bien, estas tierras deberían usarse para reponer nuestros bosques, promover el crecimiento y asegurar los medios de vida del futuro.

Con la Urna Bios ® , esperamos iniciar un diálogo en torno a alternativas de entierro ecológicas y amigables con el medio ambiente. Ya que al final y al cabo, todo tiene que volver a su origen.

¡Es nuestra misión!